Querido Emilio,
Ha sido un verdadero placer haber podido trabajar contigo estos años. La verdad es que no logro imaginarme Wolters Kluwer sin ti, sin verte por los pasillos siempre atareado, sin esa perenne sonrisa al entrar en tu despacho o sin tus refranes y expresiones ya legendarias. Va a ser muy extraño, casi como el "fin de una era".
Solo me queda darte las gracias por ser un magnífico profesional pero aún mejor persona, por poner (ponernos) siempre las cosas fáciles y darle sentido común a todo (controles internos incluidos ;)). Te echaremos mucho de menos por aquí, ¡no lo dudes!
Te deseo todo lo mejor en tu nueva etapa y siempre :)
Un beso enorme,
Nuria Fernández (la "auditorra").