lunes, 28 de enero de 2019


Me siento muy afortunada de haber conocido a alguien como tú, y por eso me resulta difícil decir adiós. Las despedidas son para aquellos que aman con los ojos, porque para los que amamos con el alma y el corazón no existe la despedida.

Bueno compañero y amigo, quiero darte las gracias por todo lo que me has enseñado y por haberme hecho el trabajo más fácil con tus bromas y tu generosidad. Ha sido un placer trabajar contigo. En definitiva, espero que me recuerdes y sonrías. Vamos a guardar los buenos momentos, y ten por seguro que seguiremos viéndonos.

Después de ver cómo te quieren todos los compañeros de WK me quedo muy tranquila pensando que hace 27 años no me equivoque. Te echaremos de menos, un abrazo muy fuerte.
 

Querido Emilio Me resisto a imaginar que no vas a estar con nosotros en el día a día y que no podremos hacer nuestras reuniones de bombero...